martes, 18 de noviembre de 2008

EN MI PECHO

En mi pecho, corazón,
late libre, sin temor.
Déjame ser verso de amor,
la devoción de un amigo.
Mucho tiempo sombra fuí,
en mi mismo me perdí.
De tí aprendí a ser la mano que da
sin recibir,
generosa y leal.
¿Qué es la vida? absurdo trajín.
Dame alma, calor.
Ser tan limpios como la nieve que cae.
Todo tiene quien todo da.
Nada espero, nada sé,
nada tengo, sólo fe.
Y donde estemos, saber estar;
aunque sea ingenuo, no codiciar.
Nunca ceder ante la adversidad.
Quiero tener la alegría
del que está en paz.
Mis cadenas he de romper;
fuera penas, amargas como la hiel.
(El último de la fila)

1 comentarios:

Juan dijo...

De tí aprendí a ser la mano que da
sin recibir,
generosa y leal.


Todo tiene quien todo da.

Quiero tener la alegría
del que está en paz.

Sobran las palabras cuando canta el poeta.